Está en la Riera Gavarra, 2. Desde el punto anterior son tan solo 39 m. o sea dos pasos andando.
Tenemos que decir que para nosotros fue junto al Castell de Florentina los dos puntos más interesantes del día. Además aquí está la Oficina de Información y Turismo, así como el I.E.S. Lluís Domènech i Montaner.
El recorrido está totalmente guiado por unos videos de corta duración y teatralizado por imágenes de actores vestidos de la época que representan a los diferentes personajes que enseñan la casa.
Es muy original y sumamente didáctico, también para los peques.
El recorrido suele durar entre 50 minutos o una hora como máximo.

La Casa Domènech es uno de los cuatro edificios construidos por Montaner en Canet de Mar. El arquitecto y su mujer, Maria Roura, pasaban largas temporadas en Canet de Mar y la casa donde vivían, la masía Rocosa, se quedó pequeña para la familia. Por ello, Montaner, con su hijo Pedro y su yerno Francisco Guardia Vial, proyectaron la casa Domènech, entre 1918 y 1919.
Está compuesta en realidad por dos casas: La Masía Rocosa, del siglo XVII que fue el regalo de boda que los padres de María Roura le hicieron a su hija cuando en 1.875 se casó con Lluís Domènech, y la propia casa en sí. En aquella época D. Lluís tenía 69 años por lo que en realidad poco la pudo disfrutar ya que murió 4 años más tarde en 1.923.
Domènech convirtió, durante años, la masía Rocosa en un verdadero laboratorio de ensayo del modernismo catalán.En la fachada podemos ver dos tratamientos diferentes a ambos lados del edificio (como es común en los edificios en esquina de Montaner). En el primer piso que da a la calle Riera Buscarons colocó balcones, mientras que en la calle Riera Gavarra la solución que escogió fue la de las ventanas lobuladas con esbeltos parteluz. Tanto estas ventanas como la tribuna del ángulo podríamos entenderlas como una interpretación del estilo gótico.
Es interesante observar el diferente tratamiento de los materiales en altura. En la planta baja hay un amplio zócalo de piedra, seguidamente aparece una gran superficie lisa, y en la parte superior hay un predominio del ladrillo. La presencia de la piedra en la parte inferior tiene una relación muy estrecha con las riadas. La piedra debía preservar el edificio de la erosión del agua.
Entre la masía Rocosa y la casa Domènech había un espacio ajardinado que desapareció debido unas obras que se hizo para acondicionar la planta baja como oficina bancaria, entre 1980 y 1983. El proyecto para adecuar el antiguo edificio a las nuevas necesidades fue hecho por Roser Amado y Lluís Domènech i Girbau. Aparte de la desaparición del jardín, se hicieron otras alteraciones en el interior. Se tiraron tabiques y se cambió el suelo. Sin embargo, aún quedan las chimeneas, los techos originales, las barandillas de fibra vegetal y las pruebas de yeso de esculturas de los colaboradores de Montaner. Es de admirar el antiguo comedor decorado con paneles cerámicos originarios de la iglesia de Comillas o la chimenea con ornamentación perteneciente del Hospital de Sant Pau.
En el primer piso aún se conservan las escaleras de acceso al segundo piso hechas con madera y con la prueba de yeso del púlpito de la iglesia del Seminario de Comillas, y el baño de estilo modernista que Montaner proyectó para dedicarlo a su mujer.
La masía Rocosa, edificio situado detrás de la casa Domènech, fue comprada por el Ayuntamiento en 1991 para dedicarse a la divulgación de las obras y la vida del arquitecto modernista. Algunos años más tarde, el Ayuntamiento hace una permuta con la entidad bancaria que tiene abierta una oficina en la casa Domènech y, después de unos cuidados trabajos de restauraciones, todo el conjunto se inaugura como museo en 1998 con la visita del Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.
En este enlace encontraréis toda la información práctica de horarios, tarifas y fotos muy interesantes.
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